viernes, 17 de mayo de 2019

Tú mirada al exterior decía demasiado


Tenías la mirada anclada en aquel paisaje que observabas a través de la ventana, a través de aquel bajón. Era un paisaje verdoso lleno de árboles, naturaleza y lagos, y tus ojos no podían apartar la mirada, pues te introdujo en aquella aldea en la ciudad de Fez, Marruecos, donde jugabas cada verano cuando eras niña. Jugabas día y noche junto a tus ocho hermanos y hermanas, y te solías esconder en una de las ramas de los árboles más altos. Y acababais el día refrescándoos en el lago. Ibas pensando que fugaz fue aquella época, y ahora madre de cuatro hijos, lejos muy lejos de tu ciudad. Con una realidad muy diferente. No deseas llegar a casa, el mejor momento del día es el tren donde te evades de tu realidad. Llegar a casa significa discutir con tus tres hijos e hija, preparar la comida, recoger la casa y obedecer a tu marido. Adbullah siempre está trabajando y es como si no lo conocieras, desde que llega a casa se pasa las horas delante de la televisión o en el bar, con sus amigos. Y tú te sientes sola, rodeada, pero bien sola. Dejaste tus amistades allí en Marruecos, apenas hablas español y sientes que la gente te mira extraña en la ciudad de Granada. A pesar de llevar más de quince años en ella. Atiendes a un programa materno-infantil, derivada de Servicios Sociales, dos días a la semana, donde una Educadora Social te ayuda con tus hijos, sobre todo con Fátima que se pasa el día llorando. También atiendes a clases de castellano, donde no tienes que ocuparte de tus hijos, y vas emocionada, también porque has conocido a mujeres marroquíes con situaciones similares a la tuya, y os desahogáis unas con otras. Tu vecina es de Marrakesh, y de vez en cuando te trae pastitas a casa, donde se juntan todos los hijos, la casa se convierte en una granja, pero su compañía es el mayor regalo. Aunque normalmente te sientes atrapada, joven y viva. Con un marido al que no quieres, cuatro hijos y una madre lejos de ti, a tus 28 años. Cada vez que te subes al tren, y miras por esa ventana te planteas como has llegado hasta aquí, porque nunca te han dejado elegir. Te planteas seriamente coger las maletas y huir, tú marido no te cree capaz, pero sabes que eres valiente. Recorrer mundo, viajar, trabajar, estudiar, aprender idiomas, todo lo que siempre has deseado. Quizás un día, te subas al tren, y no volverás a bajar. 
Keren Serrano Llaudis

Calles llenas de oscuridad


Historia Real:
En esas calles oscuras, allí de pie estaba. Con una mirada de dolor iba transmitiendo su estado, no hacían falta muchas palabras, para sentirlo. Un grupo de chicas le ofrecieron café, y aceptó a algo calentito. Cuando una del grupo, mencionó que Dios la amaba, la chica que se hacía llamar Sandra, de Romania, dio un paso atrás y dijo que no pronunciaran esas palabras en ese lugar. Y añadió, mirar donde estoy. No se puede hablar de algo tan santo en este lugar. Las chicas podían ver lo sucia, tan sucia y pecadora que se sentía por estar ahí, en esas calles día tras día. Sandra no miraba a la cara, iba escribiendo en el teléfono a su marido, con el que vivía y afirmaba que no se comunicaba mucho. En una de esas, Amelia, una chica del grupo abrió su corazón, y compartió, que hace años también estuvo en esas calles prostituyéndose. Sandra se guardó el teléfono en la chaqueta, y contestó que no la creía. Que no podía creer que Amelia, una chica alegre y de luz pasara por eso. Pero a medida que Amelia compartía su historia, los ojos de Sandra se iban iluminando, al ver que la historia empezaba a parecer real. Sandra al ver el conocimiento sobre todo lo que había detrás de esas palabras, confesó que ella traía el dinero de su deuda a su marido cada día, pero que esté no la pegaba si no traía el dinero acordado para el día, solo la pegaba cuando se lo merecía, pero que no tenía que ver con tema económico, que, si fuera así, no lo permitiría, como otras lo permiten. A Sandra, no le gusta que la llamen “puta”, ya que, según ella, no está ahí por que quiera, prefiere que la llamen “prostituta”, ya que aparte de ser menos despectivo, solo mantiene relaciones sexuales por dinero, dinero que le exige diariamente su marido, siendo ella víctima y vulnerable sin apenas saberlo. Por último, Amelia le pregunta si sería posible orar para bendecir su vida, a lo que ella accede sin problema. Después de eso se abrazaron mutuamente y sus ojos empiezan a llenarse de lágrimas. 
Keren Serrano Llaudis

Luchando hasta el fin


Allí estaba, da igual a la hora que fuera que Lily, una mujer Rusa de unos 30 años de edad, allí estaba. Explotada de noche y de día, me preguntaba si dormía. Tenía miedo, miedo a mirarnos, miedo a hablar, miedo a que pudiera cabrear a su chulo, un gitano rumano que la controlaba constantemente y la amenazaba con matar a sus dos hijos, o le regalaba palizas dejándola con la cara hinchada. Al principio entablábamos un poco de conversación, pero a medida que pasaba el tiempo, se escondía en su caparazón sin apenas poder suspirar, y cambiaba de acera. En medio de la impotencia la abrazábamos y aceptaba chicles de fresa, que sabíamos que le gustaban. Su motivo de supervivencia eran sus hijos los cuales estaban lejos controlados por la mafia, y por ellos sobrevivía. A medida que pasaban las semanas su mirada iba haciéndose más pequeña y podías ver a través de sus ojos el sufrimiento el cuál era tan grande que había aprendido a convivir con él. Un día al verla, era como si fuera otra mujer, había perdido tantos kilos en tan poco tiempo que parecía un esqueleto andante. Lo peor era la impotencia de saber la realidad y no poder hacer nada. De estar en un país supuestamente libre y tener a personas esclavizadas, donde los españoles son los principales clientes que pagan por sus vidas, una realidad que parece tan lejana y a la vez está tan cerca en nuestras calles, en nuestra emblemática Barcelona. Como toda historia tiene un final, después de una de esas palizas apareció en el hospital de “Salud del Mar” de Barcelona, debido a las heridas que le causó su proxeneta. Los médicos se sorprendieron al ver que también padecía leucemia con un estado terminal, el chulo no le iba a permitir el lujo de ir al médico. Pero ahora, la preciosa Lily descansa en paz. Este no es un caso aislado, Lily es un ejemplo de las millones de víctimas silenciadas. España es el primer país de Europa con mayor número de víctimas de trata con fines de esclavitud sexual, hagamos justicia. 
Keren Serrano Llaudis.

jueves, 13 de julio de 2017

MI EXPERIENCIA 10 MESES EN DINAMARCA

Me gustaría empezar diciendo que todo aquel que se esté planteando irse, que lo haga sin pensarlo dos veces. Nunca sabes si podrás planteártelo una segunda vez.
Bueno por donde empezar, primero de todo, si tu idea es irte una temporada antes de dar el paso, piensa en los objetivos que quieras cumplir, y una información de como es el país, la cultura, la lengua, y el estilo de vida.

En mi caso empecé con un Servicio de Voluntariado Europeo, disponible entre (18-30 años).
Para aplicar sé tiene que hacer una carta de motivación explicando tus intereses, y tu CV en inglés. Como indica la palabra, haces un voluntariado, pero tu eliges el proyecto. Te aconsejo que sea un proyecto que te apasione, y le des la misma importancia al proyecto que al destino. Al final es donde vas a dedicar más tiempo. Para solicitar un proyecto SVE, se necesita un año de antelación aprox. porque los organizadores quieren tenerlo todo zanjado con anterioridad. También necesitas una organización de envío, donde tienes que hacerte socia, y pagar unos 30 euros aprox. La organización te ayudará con todas las dudas que puedas tener. Te aconsejo que vayas a una que esté en tu ciudad para que puedas comunicarte personalmente, aunque no es necesario.

El programa ofrece: Pocket money “dinero de bolsillo”, para comida, gastos de desplazamiento, etc. Otra cosa positiva que tiene es que puedes estudiar la lengua del país de forma gratuita dentro de tus horas de voluntariado. Y dependiendo del proyecto puedes vivir con una familia o otros voluntarios. (En Dinamarca cualquiera puede estudiar danés gratis).
En mi caso, al hacerlo en un pueblo pequeño, no me quedó otra opción que una familia danesa. Al principio no estaba muy convencida, pues hay unas cuantas diferencias al respecto. Pero hice un Skype con la familia antes de ir. Después de mi experiencia con ellos, creo que si realmente quieres meterte dentro de la cultura y aprender el idioma, es la mejor opción.

El proyecto que yo realicé, era en un Restaurante Social, que trabajaban personas con diversidad funcional, que trabajaban unas horas a la semana. Así que estuve en la cocina, y también de camarera. Como cada proyecto puedes encontrar cosas positivas y otras menos. En mi caso, la descripción del proyecto, o lo que yo esperaba no era exactamente lo que yo buscaba. Lo hablé con mi responsable, le propuse otras opciones, y la verdad que fue flexible y amable.

Pude dedicar más tiempo haciendo un intensivo de Danés, así que ahora al menos ya puedo decir algunas frases en Danés. Está claro que el Danés es una lengua hablada solo por 6 millones de personas, y si tu idea no es vivir en el país, con el inglés no tendrás problema. Todos los daneses hablan inglés, es como una segunda lengua, primero que lo necesitan para viajar y comunicarse con el mundo, pero es así porque la televisión como el Cine está en versión original con subtítulos en Danés, lo cuál me parece fantástico, algo que en España no existe (espero que por el momento).

Pero todo tiene su lado positivo y aprender Danés te abrirá puertas en los países Escandinavos, corresponde a las familia de las lenguas germánicas y aunque sea un idioma oficial en Dinamarca es cooficial en las Islas Feroe y en Groenlandia (no es oficial) pero ambas son territorio Danés.
Es muy parecido al Noruego y al Sueco y tiene similitudes con el Alemán. Y aunque se escuche que es una de las lenguas más difíciles de aprender, no estoy de acuerdo. Si que es verdad que la pronunciación es plana y parece que no vocalizan. Tiene 9 vocales donde se tardan semanas en diferenciar los sonidos, pero en un conjunto es divertido! A nivel gramático, es muy parecida al inglés, hasta tiene palabras muy parecidas al español. Una de las primeras palabras que aprenderás es “Hygge”, que es la palabra que usan los daneses cuando una situación es acogedora y perfecta, momento de felicidad.

Volviendo al tema, para mí lo interesante de las clases de Danés, era la multiculturalidad. Habían personas hasta más de 10 países diferentes en la misma clase. La mayoría con objetivos de quedarse, y tener más oportunidades laborales, más seguridad y educación.
Mucha gente emigra a Dinamarca por la seguridad que ofrece el país. Poder pasear por la calle de noche, sintiendo silencio y paz como olvidarte un teléfono, y que al día siguiente esté en el mismo lugar donde lo dejaste. Ya me ha pasado más de una vez que he encontrado las cosas donde las dejé, o una persona lo ha entregado al responsable de algún negocio. Eso demuestra mucho de los valores del país.

Los daneses son personas leales y responsables. Planifican con mucha antelación antes de hacer una quedada. No existe la espontaneidad. Son muy puntuales y de palabra. Si te dicen blanco, seguirá siendo blanco.

Por otro lado el sistema de Educación es una de las cosas que más me gusta. Cuando los estudiantes están entre 3rd y 4rt de secundaria entre 14-16 años, tienen la oportunidad de hacer practicas laborales en dos lugares diferentes según ellos decidan. Para hacerse un poco más a la idea de lo que les gustaría dedicarse en un futuro. Y desde el colegio les ayudan a buscar trabajo de pocas horas, para adquirir una responsabilidad. Así que con esas edades ya empiezan a introducirse en el mundo laboral.

Pero lo que me fascina es que cuando acaban la “ESO” con 16 años, tienen diferentes opciones antes de empezar el “Bachillerato”, como lo llamaríamos en España. Una opción es dedicar un año a aquello que a ellos les gusta. Por ejemplo, si un adolescente le gustan los caballos, pues dedica todo el año en una hípica, aprendiendo y viviendo con otros alumnos. O si por ejemplo le gusta la música, pues lo mismo pero con instrumentos. Otra opción es pasar un año en el extranjero, equivalente a un Erasmus. Es sí, ese año que dedican no lo cubre el Estado.
La mentalidad es simplemente diferente. La gran mayoría de Daneses antes de empezar estudios universitarios dedican un año o dos a viajar y trabajar. Meterte directamente en la universidad lo ven una locura, después de todos los años escolares.

Te pagan por estudiar! La universidad es gratuita al igual que los Masters. Si trabajan un mínimo de 10 horas semanales, el Estado les paga una cuota mensual. Eso les permite independizarse entre muchas otras cosas. Y como Europeo puedes acceder a esas condiciones si llevas más de 2/3 años trabajados, con sus respectivas horas, o te casas con un danés/a.

Volviendo al proyecto que yo realicé, hay mucho tiempo libre, ya que el programa no te permite trabajar con retribución, porque SVE está pensado para que tengas ese tiempo libre para conocer la cultura. En mi caso, encontré muchas opciones, que fueron la esencia de mi tiempo allí, donde pude compartir y aprender unos de otros. Lo que menos me esperaba era conocer a tantos refugiados provenientes de Irán, Siria, Afganistán..Los motivos por los cuales huyeron, y las experiencias que tuvieron que pasar cada uno para llegar hasta Dinamarca me ponen los pelos de punta.

Os voy a explicar un caso real de un chico de Irán:
Resulta que tuvo que huir porque se cambió de religión musulmana a cristiana. Los musulmanes que piden el bautismo deben ser expulsados para evitar “un fuerte contraste con el gobierno”.
Así que cuando pasó por Grecia, al no tener documentación, fue metido en la cárcel durante seis meses. Me explicó que fueron los peores meses de su vida. Los trataban peor que a los perros. Dormían unos 40 hombres en una habitación de menos de 20 metros cuadrados. Todos en el suelo, comiendo una vez al día y por la mañana sacaban a los que se suicidaban como si se tratará de objetos. Esté chico tuvo suerte y pudo salir, ahora está en Dinamarca esperando ser aceptado en el país. Sigue teniendo pesadillas diarias. Explico esta historia porque tenemos que ser concientes del sufrimiento que viven los refugiados es psicológico y traumático. Solo pensar que la mayoría ya no podrán volver a su país, dejarlo todo y empezar de cero, sin ninguna elección. Esté simple ejemplo me hace pensar en lo privilegiados que somos y todas las oportunidades que tenemos a nuestro alcance sin apenas meditarlo.

Durante mi estancia en Dinamarca, mi programa estaba conectado con otra organización llamada AFS para menores de 18 años. Dentro de mi zona, se hacían actividades de vez en cuando, junto con todos los estudiantes.
Y por otro lado, se realizaron dos seminarios “On arrival Training, Middle term Seminar”, donde nos reunimos todos los voluntarios de Dinamarca.

El objetivo era tener una idea más amplia de lo que implica un SVE, compartir, evaluar el proceso del programa, y ayudarnos en cualquiera de los inconvenientes que pudiéramos tener. Es un punto clave del programa, ya que puedes conocer como están viviendo la situación voluntarios en el mismo programa, el programa cubre todos los gastos de desplazamiento y estancia. Se hacen excursiones culturales, como nuevas amistades con voluntarios de toda Europa.

Es más en mi caso en particular, los coordinadores me explicaron más detalladamente las condiciones del programa, y eso fue un punto clave para mí.

Dejé el voluntariado y me mude a Copenhague simplemente porque quería experimentar la vida en la capital, trabajar y ahorrar básicamente. La vida en Copenhague cambia de color, y no solo de color sino, me ha cambiado la perspectiva de Dinamarca. Copenhague junto con Arhuus y Aalborg són las ciudades que recomendaría para vivir. La principal sin duda Copenhague, es una ciudad muy internacional, con unos 1'3 millones de habitantes. Con vida de Lunes a Domingo, movimiento y fiesta en verano. En invierno también hay vida pero oscurece a eso de las 15:00 de la tarde, se pasa mucho más tiempo en casa.
Los danes se vuelven locos con el sol, así que todo el mundo se lo pasa en la calle. También porque en verano amanece a eso de las 3/4 de la madrugada, es decir hay muy pocas horas de oscuridad y cuesta más dormir, ya que no es un país de cortinas, y puedes observar perfectamente lo que hacen tus vecinos desde la calle.
La ciudad está llena de Argentinos y Chilenos, por la Visa "Work and Holidays", así que siempre vas a encontrar a gente internacional.

Un lugar muy interesante para visitar es Christiania. Es una comunidad donde viven aprox. 1000 personas que empezaron a ocupar después de la Segunda Guerra Mundial, que han establecido sus propias normas desde que se instalaron. No se puede correr, no se puede silbar ni tomar fotografías en la calle de la venta de drogas. Tampoco pueden entrar coches, ni usar armas y no se puede pagar con Visa. En Dinamarca la marihuana es ilegal, pero dentro de Christiania es un gran comercio, y hay un gran vacío legal. Donde la policía no puede entrar, al mismo tiempo es un lugar artístico, lleno de arte en las calles, conciertos, comida ecológica y vida.

Un buen lugar donde comer es el “Street Food” un lugar donde puedes encontrar comida de diferentes lugares del mundo. Hay ambiente, música y puedes comer mirando al mar.

En mi particular caso, hice un Workaway, porque para alquilar un piso se necesita una fianza, y por otro lado porque es muy difícil encontrar piso en Copenhague y que sea económico. Pero es una manera sencilla y encantadora de empezar en una ciudad, el Workaway suelen ser una 25h semanales, no es como en Aurpair que recibes una pequeña retribución, pero siempre se puede acordar y hablar con la familia de las condiciones que quiere cada uno. Y me sentí una más de la familia. Lo que yo recomiendo que hagáis un Skype, o si puedes visitar a la familia en persona mucho mejor para que luego no te lleves sorpresas. Pero el Workaway abarca muchos diferentes proyectos interesantes en todo el mundo!

Otra de las cosas positivas son las bicicletas. Son un transporte más y no hay danés que no tenga. Al ser un país plano, se puede acceder fácilmente a cualquier sitio, pero a la vez el país esta adaptado. Puedes llevarla en el metro, y tienes accesibilidad en escaleras, etc. Todo está con carril bici, llueva, nieve o truene la bicicleta no frena a nadie. No gastar gasolina, no contaminar y hacer ejercicio es una combinación perfecta.

Dinamarca está llena de preciosos parques, con lagos y canales gracias a sus constantes lluvias. La belleza es debido también a que puedes obtener dinero por cada botella utilizada, así que siempre hay gente limpiando la suciedad de todo el alcohol que consumen. Dinamarca se caracteriza en “ Uno de los peores índices de alcoholismo entre adolescentes. Un 31,6% de los jóvenes de entre 13 y 15 años ha estado borracho por lo menos dos veces, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), 2017.”

Una buena época para visitar es primavera, ya que todo florece en gran manera, y el frío no es tanto como parece, no suele bajar de 0º en la época más fría que es Diciembre, Enero y Febrero. También te aconsejo que hagas un Free Guide Tour, se puede encontrar tour gratuitos en casi toda Europa, pagando la voluntad. Suele durar unas 3 horas, y te dan mucha historia de la ciudad, como un recorrido por los sitios más emblemáticos, sin duda recomendable.

A nivel de trabajo, se puede encontrar. Ahí yo tengo mi teoría, de el que quiere, puede. Tengo amigos que han encontrado solo con el español, en algún bar latino. Con inglés no hay problema, Dinamarca está lleno de inmigrantes, y en el mundo de la hostelería hay movimiento. Y trabajando de la limpieza se puede ganar lo mismo que en una administración en España, por ejemplo.
Eso si Dinamarca es un país caro, y vivir más. Pero si te lo montas bien, puedes ahorrar.
Me he dejado muchos detalles, y sitios interesantes que podrías visitar, pero tampoco me quiero alargar mucho más. Escribirme para cualquier duda, espero que te haya servido de ayuda, y te animes a viajar!

No te arrepentirás! Viajar abre todas las perspectivas de tu mente. Vive soñando y harás tus sueños realidad.

Keren Serrano


jueves, 4 de mayo de 2017

Extraño

Extraño el sol por las mañanas,
la adrenalina sobre ruedas,
la música al volante
y la sopa de la abuela.
Extraño los abrazos con ímpetu,
las panorámicas desde la cima,
tomar el sol en el jardín,
y el olor a auténtico café.
Extraño los cumpleaños en familia
la cuidad en movimiento,
las tiendas abiertas,
los días de estrés,
y hasta algún que otro grito.
Y es que extraño
al no tenerlo.

Keren Serrano


martes, 14 de marzo de 2017

Llévate contigo

Llévate contigo,
el amor desinteresado,
cada sonrisa recibida,
y cada palabra reconfortante.
Llévate contigo,
cada dolor de aprendizaje,
cada abrazo desde el alma,
y cada batalla superada.
Llévate contigo
cada paisaje colorido
cada sueño en construcción
y cada sabor a chocolate.
Llévate contigo
como ese niño ilusionado
que llevas dentro de ti
y pide a gritos salir
Llévatelo contigo y no lo dejes ir.

Keren Serrano



domingo, 12 de marzo de 2017

#historiasporlaigualdad: Infancia Rota

Nací en una zona rural de Madhya Pradesh, India, era Shaleki, la pequeña de los cuatro hermanos. Me encantaba ir a la escuela, jugar en el barro creando figuras que describían qué quería ser de mayor, soñaba con ser enfermera y sanar a todos los necesitados. Pero lo que más me gustaba al salir de la escuela, era jugar al escondite con todos los otros niños y esconderme encima de un árbol, donde nunca me encontraban. Al salir de la escuela, tenía que apresurarme para llegar a casa y preparar la comida entre muchas otras cosas, para los hombres de la casa, yo no acababa de entender cómo siendo la pequeña tenía todas las responsabilidades. Si me quejaba, mi padre me castigaba y pegaba, al final solo obedecía y callaba, era la mejor opción para no tener problemas. Cuando mi padre llegaba borracho, abusaba de mí. Lo guardaba en secreto, pues mi madre no me creería y solo empeoraría la situación. Vivía con miedo.

Un día al llegar a casa, vi que me había manchando las bragas de sangre. Me asusté y fui corriendo a decírselo a mi madre, ella me respondió: ya eres una mujer, ha llegado el momento de casarte y ayudar económicamente a esta familia, además tu futuro marido es de una casta superior, tendrías que estar agradecida. Creía que estaba bromeando, hasta que llegó el día de la boda.

Tenía unos doce años, y aquel hombre tenía veinticinco. Llegó vistiendo un achkan, con una camisa larga y un turbante naranja, montando a caballo junto a sus familiares. Yo iba con un vestido rojo adornado de oro, llamado sari, totalmente maquillada, ni me reconocía, repleta de joyas y tatuajes de henna por las manos y los pies. En el momento del ritual, mi padre vertió agua bendita, para bendecir la unión con mi futuro esposo. Cuando miré la cara del que sería mi esposo, me entró miedo, traté de contenerme las lágrimas y sacar una sonrisa para no deshonrar a mi familia.

Todo el mundo se puso a aplaudir, bailar y cantar, y las respectivas familias, nos entregaron obsequios. Pero nadie podía ver el dolor que llevaba dentro. No podía entender como mis padres, me entregaban a ese repugnante hombre.

A partir de ese día, mi vida cambió. Tuve que dejar de estudiar para cuidar de la casa, pero lo peor llegaba al caer la noche, cuando me forzaba a mantener relaciones con él, si me negaba, me pegaba más fuerte. Lloraba cada mañana al despertarme y cada noche al acostarme, todos mis sueños se habían roto. Pasé unas semanas con nauseas, hasta que me di cuenta de que estaba embarazada. Fue injusto, no estaba preparada física y psicológicamente para convertirme en madre, acababa de cumplir los catorce años. Cada mañana pensaba en huir, pero ¿qué era yo sin mi marido, sino un cero a la izquierda?

Sentir a mi bebé dentro de mí me fue dando esperanza, cada adversidad me hacía más fuerte. Así que huí, tenía la sorpresiva revelación que iba a funcionar, aunque el miedo no dejaba de invadirme. Dirección a Nueva Delhi, vi un grupo de turistas, a los que acudí de inmediato pidiendo auxilio, aunque no entendieron mi lenguaje, con ver mi rostro bastó. Resultó ser una ONG, se hicieron cargo de mí, y me llevaron a un centro con muchas otras niñas en situaciones parecidas a la mía. No podía creer lo ocurrido, la esperanza volvió a remover mi ser.

Con el paso del tiempo tuve a mi hija, le puse de nombre Hedvige, que significa: luchadora, y empecé a formar parte de la ONG, tratando de proteger y concienciar contra la discriminación de género que sufren las mujeres. Todavía hoy, algunas noches tengo pesadillas. Pero tengo fe que algún día habrá igualdad.

Keren Serrano